Cómo conseguir una conducta positiva en los niños

Niño jugando alegre con la arena de la playa con una conducta positiva

Para conseguir una conducta positiva debemos actuar siempre desde el respeto. El manejo del comportamiento de los niños en un aspecto muy complejo, que no es fácil de resumir en pocos puntos clave. Sin embargo, voy a intentar resumir consejos y estrategias para afrontar estas situaciones difíciles de una manera positiva.

Dos personas con flechas en las que se indica respeto en ambas direcciones

Establece límites consistentes

Los niños necesitan reglas que les orienten en lo que pueden hacer. Acuerda las normas con todos los que rodeen al niño, de manera que sepa cuáles son las expectativas de comportamiento que se esperan de él o ella. Por ello, es fundamental que se acuerden entre todos los adultos que eduquen al niño. Seguramente habrás oído el dicho africano que dice que se requiere a todo el poblado para criar a un niño. Si el niño es mayor, es mejor aún si participa en el establecimiento de las normas. 

Otro consejo para conseguir una conducta positiva es centrarte en unas pocas normas para que sean fáciles de seguir. Puedes escribirlas en un trozo de cartulina con dibujos para que recuerde y entienda cada regla. Finalmente, intenta expresarlas de una manera positiva, que no parezcan órdenes o prohibiciones. Por ejemplo:

  • “Comemos sentados”
  • “Personita sabe vestirse solo”
  • «Nos lavamos las manos antes de comer»

Trucos para conseguir una conducta positiva

  • Sé positivo. Tu trato hacia las personitas debe ser siempre positivo, incluso cuando ellos son irrespetuosos. Todos cometemos errores, especialmente cuando estamos enfadados, a veces decimos cosas que no sentimos y poco después nos arrepentimos ¿por qué ellos no tienen ese derecho? Si eres capaz de controlar tus sentimientos en una situación difícil, les estás dando la pista de cómo pueden hacerlo ellos. Para reforzar conductas positivas, píllales haciendo algo bueno y dilo en voz alta, así sabrán que ese es un comportamiento esperado, ej. “Qué bien te pones los zapatos tú solito”. Luego, dales un beso o un abrazo, que siempre es el mejor premio.
  • Dales tiempo. Los niños necesitan tiempo para entender instrucciones y tomar decisiones. Explícales lo que quieres de manera clara y breve y déjales un minuto para pensar qué quieren hacer. De esta manera toman su decisión con plena consciencia y asumen las responsabilidades de manera efectiva.
  • Ofrece opciones. Usar el lenguaje de la elección es una manera de asumir las consecuencias de sus acciones, ej., “¿Vas a lavarte los dientes antes de leer el cuento o después de leer?” Así se sentirá más autónomo, tomando decisiones por sí mismo/a. 
  • Hazles responsables de sus decisiones. Toda acción tiene sus consecuencia. Una conducta positiva tendrá consecuencias positivas, mientras que una conducta inadecuada, tendrá consecuencias negativas.

Consejos para lograr una conducta positiva: No te desgastes

Manejar la conducta de los pequeños es un trabajo duro que requiere de energía y paciencia. Para no terminar agotados al final del día tenemos que tener en cuenta algunos aspectos:

  • Elige tus batallas. No es una guerra. No se trata de ganar y perder, ni tu hijo hace las cosas por fastidiarte. Recuerda que le quieres. Los niños adoran que les presten atención, así que enséñale a obtenerla de la manera adecuada, e ignora las tonterías. No te prives de comentar cada vez que se esté portando bien y de abrazarlo y besarlo tanto como quieras. ¡Se lo merecen!
  • Toma las riendas. No digas: “Si no haces esto, se lo diré a mamá/papá/la seño”. Si ha pasado contigo, soluciónalo tú. Los niños aprenden a quién respetar según sus acciones, así que no mines tu autoridad. Una manera de aumentar tu autoridad es decir, “Gracias” en lugar de “por favor”. Te lo explico enseguida.
    • Si dices “Cierra la puerta, gracias.”, es una orden y estás asumiendo que ésta va a ser cumplida.
    • Si dices “Cierra la puerta, por favor” es una súplica, una petición que la otra persona tiene el poder de decidir si lo hace o no. No les des ese poder.

Si te equivocas, pide perdón

En ocasiones caemos en contradicciones o tomamos malas decisiones dejándonos llevar por la furia o las prisas. Si sucede esto, siempre podemos reconocer nuestro error. Pidiendo perdón reconoces que la gente no tiene siempre razón, que todos cometemos errores y podemos reconocerlos. No podemos esperar que ellos pidan perdón todo el rato y nosotros no hacerlo nunca.

Conclusión

No olvides comentar para contarme qué dificultades tienes en manejar el comportamiento de tus hijos de manera positiva. ¿Eres capaz de mantener la calma? ¿Crees que pueden poner en práctica algunos de mis consejos? ¿Hay alguno que te parezca especialmente interesante?

Responde a estas preguntas o plantéame tus dudas en los comentarios. ¡Me encanta que me dejes comentarios! También puedes decírmelo en redes sociales.

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